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La emotivas historia del joven maestro pastelero con síndrome de down

10 de Noviembre de 2017

La 100 Radio

La inspiradora historia del joven maestro pastelero que tiene síndrome de down conmovió a más de uno.

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Rodrigo Villagra es un joven tucumano, de 22 años, con síndrome de down y para él los obstáculos no existen, ya que fundó y trabaja junto a su familia en un emprendimiento de repostería y bombonería.

Su mamá contó que mientras el joven estaba estudiando en el secundario un día le dijo la palabra “repostería”, y allí quedó plasmado su deseo de futuro: convertirse algún día en un verdadero profesional de la repostería.

Gracias a su esfuerzo y el de su familia, Rodrigo pudo hacer realidad su sueño y concretar su emprendimiento llamad ChodyBom, el cual se conoció entre muchos vecinos tucumanos como un clásico para comprar buen chocolate.

“Rodrigo cursó los estudios de repostería durante un año y medio como cualquier otro alumno convencional. Incluso rindió la tesis final. Su trabajo se centró en la repostería francesa para lo que también tuvo que estudiar algunos aspectos básicos del lenguaje. El día que le entregaron el título fue una alegría inmensa para todos, ya que se trataba de un logro personal y del comienzo de un largo camino como profesional”, aseguró a Infobae Liliana Cassina arquitecta y mamá de Rodrigo.

Su proyecto ChodyBom como se inició en vísperas de las Pascuas del año 2016, los huevos de chocolate rellenos de bombones finamente elaborados, se convirtieron en el éxito de Yerba Buena. Hoy, Rodrigo dedica gran parte de sus tardes a los pedidos de clientes golosos y gracias a la calidad de sus productos, gusto y diseño logra increíbles combinaciones de sabor .

Además, para poder financiar su “sueño repostero” Rodrigo trabaja todas las mañanas en un depósito del Grupo Autopartes en donde es muy querido por los lugareños. Necesita ahora reunir alrededor de USD 5 mil dólares para invertir en maquinaria y tecnología y ampliar así su producción de bombones y chocolates.

“El se siente bien e importante, entre sus objetivos figura siempre ayudar a los demás. Su mayor sueño es llegar a tener su local propio y por qué no, su propia franquicia, donde pueda ser él quien brinde trabajo a aquellos que más lo necesitan”, subrayó Liliana.

“El paso que sigue es la compra de la maquinaria adecuada para poder realizar los pedidos de manera más rápida y con menor margen de error. Preparamos juntos una línea de tiempo con un presupuesto determinado para poder lograr el objetivo”, aseguró.

Además, su mamá agregó: “Rodrigo tiene un abanico de posibilidades y es capaz de hacer mil cosas. Nuestra intención es demostrar que se puede. Nosotros como familia con Rodri a la cabeza, empezamos de abajo. El se siente hoy en día muy feliz como también útil e importante. Realmente hoy creo que uno aprende mucho de sus hijos, quienes terminan dando el ejemplo”, concluyó Liliana.